sábado, 18 de julio de 2015

Un cuento para Dani

¡Hola Dani!
Hoy cumples 7 años y eres todo un chico grande. Como ya sabes leer, quiero escribirte un cuento para que puedas leerlo siempre que quieras y además también se lo leas a Noa para que pueda aprender contigo. 


"Érase una vez un niño de piel morena, grandes ojos negros y una sonrisa que le hacían ser un niño muy guapo. Era muy cariñoso y siempre tenía una bonita sonrisa para su familia, sus amigos y para todo el mundo. Se llamaba Dani.
Dani tenía un hermanita pequeña llamada Noa, la quería mucho aunque a veces se pelearan. Quería mucho a sus papás y a su yaya, también quería mucho a sus tíos y sus primos y cuando estaban todos juntos se lo pasaban en grande.
Dani, como cualquier niño, iba al colegio aunque no le gustaba mucho, se aburría. 
Cuando le mandaban deberes los escondía porque no le gustaba hacerlos pero lo que Dani no sabía es que hacer esos deberes que no le gustaban le hacían ser mayor, aprender cosas podrían hacer mucho bien y hacer que las personas a las que Dani quería tanto se sintieran felices.
Llegó el día en el que Dani cumplía 7 años y se hacía un chico grande pero todos le trataban como a un bebé y a Dani eso no le gustaba. 
El día de su cumpleaños, se despertó y vio que tenía un regalo encima de su cama. Era una caja grande que al moverla sonaba. El regalo tenía una carta que decía:

"¡Felicidades Dani! Hoy es tu cumpleaños y ya eres un gran chico, eres ya mayor pero te siguen tratando como a un bebé y no te gusta. Mi regalo puede conseguir que te vean como el gran chico mayor que eres pero necesitarás esforzarte un poco. Esta caja contiene letras, muchas letras con las que puedes formar palabras, esas palabras son mágicas y si regalas una frases con esas palabras mágicas a tus familiares y amigos los verás reír, los veras contentos, felices y eso hará que vean que ya has crecido y te has hecho mayor, que puedes hacer lo que te guste más y ser muy feliz. Depende de ti y de tu esfuerzo ser mayor y conseguir hacer reír a mamá, a papá y a tu hermanita Noa ¡Intentarlo!"


A Dani no le gustaba hacer deberes y aquel regalo no le gustaba nada, a si que sin abrir el regalo le dejó tirado bajo la cama y se fue a la playa con sus padres, Noa y la yaya.
El primer día de vacaciones Dani se pinchó en un pie y tuvieron que ponerle una venda, su familia le cuidaba y le quería pero no le dejaban hacer nada porque aún era pequeño. No podía bañarse en el mar solo, ni hacer las cosas que más le gustaban.
Al día siguiente a mamá le picó una medusa en la playa y aunque mamá decía que no pasaba nada y que estaba bien, Dani sabia que estaba un poco triste y le dolía y picaba mucho. Pensó en como hacer que mamá se sintiera un poco mejor pero no sabía como. La mañana siguiente sobre su cama encontró otra carta que decía:
"Sé que estás triste, que te gustaría que a mamá no le picara la herida y que estuviera más contenta. Sé que te gustaría estar contento y que te dejaran hacer más cosas. Ya te dije que las palabras son mágicas y si consigues hacer una frase para mamá, la magia de las palabras harán que mamá y tú os sintáis mucho mejor"
Dani se quedó pensativo, cogió la caja de debajo de su cama y la abrió. En ella encontró un montón de letras que brillaban. Busco las letras de su nombre, la D, la A, la N, la I y formo su nombre. Se dio cuenta enseguida que las letras doradas que brillaban poco a poco de convertían en su color favorito, azul. 
Miró la caja, vio que algunas letras cambiaban de color. Pensó en mamá y como era un chico muy listo, buscó a mamá y le preguntó:
"Mamá ¿Cual es tu color favorito?" y mamá le dijo :
"el rosa"
Fue a la caja y miró dentro. En alto le dijo a la caja:
"A mi mamá le gusta el color rosa"
De repente algunas letras empezaron a cambiar de color y Dani sacaba de la caja las rosas.
Las puso encima de la mesa y vio que podía formar la palabra mamá.


Se las enseñó a su mamá y ella sonrió y le dijo:
"Que bonitas" pero nada mas, a Dani le gustó ver sonreír a mamá pero eso no era bastante a si que volvió a las letras rosas para ver si era verdad que formando una frase con aquellas letras y la magia de las palabras mamá se sentía mejor. 
Estuvo dando vueltas a las letras, formando palabras pero formar una frase era más difícil, aún así no desistió y se esforzó. Al cabo de un rato formó una frase:
"Eres la mejor mami del universo y te quiero un montón"


Y corriendo fue a enseñársela.
Mamá vio la frase y de repente sonrió, sus ojos brillaban de felicidad y le abrazo diciéndole:
"¡Gracias cariño, yo también te quiero mucho y es un regalo muy bonito!" 
Mamá se levantó y dijo:
"¡Que bien me siento! ¡Vamos a hacer algo divertido!"
Y le preguntó: 
"Dani ¿Que quieres hacer? Es tu cumpleaños y ya eres mayor a si que elige que te apetece que hagamos"
Dani se sintió feliz y descubrió que un pequeño esfuerzo y aprender cosas nuevas podrían hacer que todos le tratasen como un chico mayor y que podría hacer muy feliz a su familia. Aprendió que las palabras pueden ser mágicas y hacer que las personas sean felices y que le hacían a él feliz.
Todos los días Dani sacaba la caja de las letras y formaba palabras mágicas que dejaba sobre la almohada de la cama de sus papás, de Noa, de la Yaya y cuando se iban a dormir les gustaba tanto y las palabras eran tan mágicas que todos soñaban con cosas bonitas y al día siguiente se levantaban con una gran sonrisa. Todos estaban orgullosos del esfuerzo de Dani y le recompensaban con las cosas que a Dani más le gustaban. 
Dani como un chico grande que era, prometió que a partir de entonces se esforzaría un poco más en sus deberes y aprendería para que al crecer y ser más mayor todos fueran felices y el podría hacer todo lo que se propusiera y ser el más feliz de todos."

¿Quién regaló aquella caja con letras mágicas a Dani?

La verdad es que no lo sé, yo creo que fue algún súper héroe que le quiere y le cuida mucho y quiere que Dani se esfuerce y aprenda para que el día de mañana pueda ser alguien muy importante y ser muy, muy feliz. 


Y tú ¿Quién crees que le regaló la caja a Dani? 

¡Felicidades campeón! ¡Disfruta mucho!